El sentido del sufrimiento. Experiencia de los enfermos de cáncer

Autores/as

  • Eduardo Rodríguez Yunta Pontificia Universidad Católica de Chile

DOI:

https://doi.org/10.11565/arsmed.v29i2.336

Resumen

Sin resumen disponible

Biografía del autor/a

Eduardo Rodríguez Yunta, Pontificia Universidad Católica de Chile

Dr. En Biología Molecular y Profesor de Antropología Médica

Citas

Para una explicación de la diferencia entre dolor y sufrimiento ver Encyclopedia of Bioethics, W. T.

Reich (ed.), Simon & Schuster MacMillan, New York (1995), pp. 1897-1905.

Cassell, E., "Recognizing Suffering", Hasings Center Report 21 (1991): 24-31, p. 25.

Para una descripción de la experiencia de sufrimiento en la enfermedad, ver Kleinman, A.,

"The Illness Narratives: Suffering, Healing and the Human Condition, Basic Books, Inc., New

York (1988); Bottomley, A.J., "Psychosocial Problems in Cancer Care: A brief Review of

Common Problems", Pschiatric Mental Health Nursing 4 (1997): 323-331; y Scarry, E., The

Body in Pain: The Making and Unmaking of the World, Oxford University Press, New York

(1985).

Para una discusión sobre el sentido del sufrimiento, ver Van Hooft, S., "The Meanings of

Suffering", Hastings Center Report 5 (1998): 13-19. Y Encyclopedia of Bioethics, W. T. Reich

(ed.), Simon & Schuster MacMillan, New York (1995), pp. 1897-1905.

Juan Pablo II rechaza la idea de que el sufrimiento sea resultado del castigo infligido por Dios

por un pecado personal nuestro cometido (Salvifici Doloris 10, 11, 12). En El Nuevo

Testamento, Cristo indica que es equivocado juzgar el sufrimiento de un ser humano como

consecuencia de sus pecados (Lucas 13, 1; Juan 9).

Juan Pablo II considera que el sufrimiento genera el bien en la persona que sufre al llevarlo a la

conversión (Salvifici Doloris, 12).

Juan Pablo II, en su enseñanza sobre el sufrimiento a través de la Encíclica Salvifici Doloris,

nos dice que el cristiano al unir sus sufrimientos a los de Cristo comparte su resurrección. Pero

no es el sufrimiento como tal el que lo logra, sino el amor que estamos llamados a vivir cuando

sufrimos.

Para Juan Pablo II la frase de San Pablo en Colosenses 1, 24: "En mi carne yo completo lo que

falta a los sufrimientos de Cristo", implica que el que sufre se pone en la situación de ser

prácticamente corredentor con Cristo, sin que esto signifique que los sufrimientos de Cristo no

fueran suficientes (Salvifici Doloris 24).

Ver Rielo, F., Definición Mística del Hombre y el Sentido del Dolor Humano, FFR, Roma

(1996).

Ver Frankl, V. E., El Sentido del Sufrimiento, Herder (1997), pp. 93-99.

Ver Kübler Ross, E., On Death and Dying, Nueva York, Macmillan (1969).

Descargas

Publicado

2016-08-07

Artículos más leídos del mismo autor/a