El Proemio a "de medicina", de A. Cornelio Celso

Autores/as

  • Claudia Chuaqui Farrú Pontificia Universidad Católica de Chile

DOI:

https://doi.org/10.11565/arsmed.v30i1.318

Resumen

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Biografía del autor/a

Claudia Chuaqui Farrú, Pontificia Universidad Católica de Chile

Licenciada en Filosofía con mención en Lenguas Clásicas
Programa de Estudios Médicos Humanísticos

Citas

Cf. Ilíada. I, 43 y sig.

Cf. Ilíada. XI, 833

Aún hoy día es un prejuicio popular el que el trabajo intelectual intenso deteriore la salud. Este

tópico tradicional aparece ya en Aristófanes, que presenta a Sócrates y a los sofistas como

individuos pálidos.

Se refiere aquía las corrientes de los "dogmáticos" y "empíricos".

Siendo Temisón el iniciador de la corriente de los "metódicos", él mismo cambió en su vejez

algo de su propia doctrina.

Se refiere a los cuatro principios o elementos de Empédocles: fuego (asociado con lo caliente,

la sangre, la primavera y el temperamento colérico); agua (asociada con lo frío, la flema, el

invierno y el temperamento flemático); aire (asociado con lo seco, la bilis negra, el otoño y el

temperamento melancólico); tierra (asociada con lo húmedo, la bilis amarilla, el verano y el

temperamento sanguíneo).

Se refiere a las inflamaciones oculares, una de ellas frecuente en el Medio Oriente y causada

por un virus: el del tracoma.

Se refiere aquí, como en otros pasajes que siguen, a la corriente que los historiadores de la

Medicina denominaron después "dogmáticos" o, menos frecuentemente, "doctrinarios".

Es decir, los discípulos de Temisón, o sea, los metódicos.

Con esta medida se pretendía eliminar los humores considerados sobrantes.

Este último párrafo enlaza El Proemio con el resto de la obra.

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Publicado

2016-08-07