El trío de Viena. De la cocaína a la anestesia tópica

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  • Jorge Dagnino Sepúlveda Pontificia Universidad Católica de Chile

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https://doi.org/10.11565/arsmed.v34i1.227

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Biografía del autor/a

Jorge Dagnino Sepúlveda, Pontificia Universidad Católica de Chile

Vicedecano de la Facultad de Medicina
Depto. De Anestesiología

Citas

El principio es la parte más importante de cualquier cosa. Los epígrafes en latín se han tomado de Chuaqui C., Dagnino J. Manual de Terminología Médica Latina. Universidad Católica: Santiago, 2000.

Dagnino J. “De la coca a la cocaínaâ€, Ars Medica 2003; 5(7):15-31.

Editorial. “Looking Back on the Millennium in Medicineâ€. N Engl. J. Med. 2000; 342:42-49.

Wildsmith JAW. “Local anaesthetic drugs-An historical perspectiveâ€. Br. J. Anaesth. 1984; 56: 937-39.

Wildsmith JAW. “Three Edinburgh menâ€. Reg. Anesth. 1983; 8: 1-5.

Este trabajo fue entregado poco antes del fallecimiento del profesor Chuaqui, en junio 2003.

Aron R. Dimensiones de la conciencia histórica, FCE: México D.F., 1992.

Aron, óp. cit., pág. 59.

Ibíd., pág. 59.

Ibíd., pág. 15.

Aron, óp. cit., pág. 25.

Serendipidad, palabra acuñada por el autor inglés Horace Walpole quien, en una carta escrita a Horace Mann en 1754, relata un descubrimiento que había hecho, describiéndolo como de aquel tipo que el llamaba serendipidad. Y explica que la palabra la había inventado a partir

del título de un cuento llamado Los Tres Príncipes de Serendip. En él, los príncipes, mientras viajaban, “siempre hacían descubrimientos, por accidente y sagacidad, de cosas que no estaban buscandoâ€. La serendipidad es un factor relevante del devenir humano, por cierto también de las ciencias, y tema para muchas carillas. Desgraciadamente, no contamos en castellano con una palabra de igual significado: no aparece en la vigésima segunda edición (2001) del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española –aunque síchorear, conchudo y descueve– pero síen el Diccionario del Español Actual, M. Seco, Sopena, 2000.

El Mercurio de Valparaíso del 16 de septiembre cuenta 600 defunciones en Nápoles y 447 en Roma entre el sábado y el domingo. Esta noticia del cable fue publicada un día martes; esta y otras fechas de 1884 son fáciles de ubicar pues el calendario de ese año coincide con el de 2003.

Frecuentemente se da a Koch como descubridor del bacilo del cólera (Vibrio nombre, quien treinta años antes, en 1854 y en medio de la cuarta pandemia de 1846 a 1863, describió el bacilo en forma de coma y le dio el nombre de vibrión.

Parlamento austríaco. También tardó 10 años en ser construido y fue destruido parcialmente durante la 2ª Guerra Mundial.

Hospital General de Viena.

Lesky E. The Vienna Medical School of the 19th Century. Johns Hopkins University Press, Baltimore, 1976.

Incidentalmente, fue este quien recibió el anillo del emperador Maximiliano en la cima del cerro de Las Campanas, momentos antes de su fusilamiento en Querétaro en 1867.

Cruz-Coke Madrid, R. Historia de la Medicina chilena. Andrés Bello: Santiago, 1995, pág. 422.

Becker, Hortense Koller.“‘Coca Koller’ Carl Koller’s Discovery of Cocaine Anesthesiaâ€. Psychoanalyt. Quart. 1963; 32: 309-373. Reproducido en Byck R. Cocaine Papers by Sigmund Freud. New American Library, New York, 1975. pág. 268.

El título ha sido usado antes pero la inclusión de Königstein en vez de Lustgarten parece más apropiada en el contexto del descubrimiento de la anestesia local. Amm M, Holubar K. “‘Coca Koller’ and his friends. On the 140th birthday of the Vienna Jewish trio: Carl Koller (1857-1944), Sigmund Lustgarten (1857-1911) and Sigmund Freud (1856-1939)â€. Wien Klin. Wochenschr. 1997; 109: 170-5.

Hoy Pribor, en el extremo oriental de la actual República Checa.

Freud S. An Autobiographical Study. Norton: New York, 1989. pág. 8.

Jones E. Vida y Obra de Sigmund Freud. Nova: Buenops Aires. pág. 75.

Sulloway FJ. Freud, Biologist of the Mind. Harvard University Press: Cambridge, 1992.

Becker, óp. cit., pág. 281.

Hoy Susice, en la región occidental de Plsen, República Checa.

Ibíd., pág. 265.

Salomon Stricker (1834-98), discípulo de von Brücke y, desde 1873, director del Instituto de

Patología Experimental y el primer profesor independiente de esta disciplina, cuyo principal gestor fue Rokitansky. El trabajo experimental de este Instituto fertilizó prácticamente a todas las especialidades clínicas. En

años se publicaron 311 trabajos de primera línea, fue denominada como la “fábrica de profesores†y recibió estudiantes de todo el mundo. 30 Koller C. Beiträge zur Kentniss des Hühnerkeims im Beginn der Bebrütung (Contribuciones al conocimiento del embrión de pollo al inicio de la gestacion) y Untersuchungen über die Blätterbildung im Hühnerkeime (Investigaciones sobre la formación de las capas embrionarias en el embrión de pollo) en 1879 y 1881.

Becker, óp. cit., pág. 273.

Han de ser indagadas las causas y los fundamentos de las enfermedades.

Profesor de Oftalmología, quien en 1854 había demostrado que la miopía se debía a un aumento del eje longitudinal del ojo. 34 Wildsmith JAW. “Carl Koller (1857-1944) and the Introduction of Cocaine into Anesthetic Practiceâ€. Reg. Anesth. 1984; 9: 161-164. pág. 162.

Carl Sigmund Franz Crede (1819-1892), ginecólogo y obstetra alemán, quien publicó en 1881 sobre el uso profiláctico de nitrato de plata para prevenir la ophthalmia neonatorum. También introduciría su “maniobraâ€, para acelerar la expulsión de la placenta, y su “métodoâ€, para vaciar la vejiga fláccida.

En Lesky, óp. cit., pág. 442.

Bernfeld S. Freud’s studies on cocaine. En Byck, óp. cit., pág. 333.

Ciegos están los ojos cuando el espíritu se ocupa de otra cosa (Publilius Syrus).

Beveridge, WIB. “The Art of Scientific Investigationâ€. The Scientific Book Club: London, 1955.

Rey R. The History of Pain. Harvard University Press: Cambridge. pág. 180.

Karch S.B. A Brief History of Cocaine. CRC Press: Boca Raton, 1998. pág. 37.

Ibíd., pág. 27.

Hirschmüller A.E. Merck und das Kokain. Gesnerus 1995; 52: 116-32.

Después llegaría a ser senador por Huánuco, región donde Scherzer habría recolectado las hojas de coca que llegarían al laboratorio de Wöhler y de las que Niemann aislaría la cocaína (Dagnino, óp. cit., pág. 26).

Freud, en su Ãœber Coca, citando a Collins, menciona a Fauvel diciendo que la coca “es el tensador por excelencia de las cuerdas vocalesâ€.

Mortimer W.G. History of Coca. The Divine Plant of the Incas. University Press of the Pacific: Honolulu, 2000. Reimpresión de la edición de 1901. pág. 10.

Angelo Mariani, el famoso inventor del vino que lleva su nombre. Ver Dagnino J., óp. cit., págs. 29 y 30.

Karch, óp. cit., pág. 24 y luego 29.

Fauvel, C. Coca. Gazette des Hôpitaux (427), 1877.

Yentis S, Vlassakov KV. Vassily von Anrep, Forgotten Pioneer of Regional Anesthesia. Anesthesiology 1999; 90: 890-5.

Anrep V.B. “Über die physiologische Wirkung des Cocainsâ€. Arch. für Physiol. 1880; 38-77. En Yentis y Vlassakov, óp. cit.

Como ha sucedido con frecuencia, la presión y seducción de las responsabilidades administrativas o asistenciales han terminado por ahogar el interés o la posibilidad de tantos investigadores talentosos (Siegerist HE. The University at the Crossroads. Shuman: Nueva

York, 1946).

“Médico†en ruso.

Yentis y Vlassakov, óp. cit.

Karch, óp. cit., pág. 31. Si hubiese sido insolación lo más probable es que la cocaína hubiese empeorado los síntomas. En efecto, de la lectura de la comunicación de Aschenbrandt, donde describe los casos en los que usó la cocaína, se desprenden los diagnósticos de fatiga, de una herida con dolor, una ictericia, una diarrea grave y dos intoxicados con agua putrefacta. Aschenbrandt, Theodor. “Die physiologische Wirkung und die Bedeutung des Cocainsâ€. Deutsche medizinische Wochenschrift. Diciembre 12, 1883 (Reproducido en Byck R. óp. cit., págs. 21-6). Este es otro ejemplo del peligro de la literatura secundaria.

Louis Pasteur (1822-95).

Koller, C. “Historische Notiz über die ersten Anfäge der Lokalanästhesie†(Notas históricas sobre los inicios de la anestesia local) Wiener medicinische Wochenschr. 78: 601-612, 1928, y su posterior “Nachträgliche Bemerkungen über die ersten Anfäge der Lokalanästhesie†(Comentarios adicionales sobre los inicios de la anestesia local) en Wiener medicinische Wochenschr. 85: 7-8, 1935.

Becker, óp. cit.

Byck R. Cocaine Papers by Sigmund Freud. New American Library, New York, 1975.

Israëls H. El caso Freud. Turner: Madrid, 2002.

Ibíd., págs. 50 y 106.

Carta a Martha Bernays del 21 de abril. En Byck, óp. cit., págs. 39-40.

Farmacia del Ãngel en la plaza.

Hirschmüller, óp. cit.

Karch, óp. cit., pág. 43.

Carta a Martha Bernays, junio 2, 1884. En Jones, óp. cit., pág. 10.

Carta a Martha Bernays. Ibíd., óp. cit., pág. 7.

Carta a Martha Bernays, junio 19, 1884. En The Letters of Sigmund Freud, Freud E.L. (Ed), en Byck, óp. cit., pág. 40.

Carta a Martha Bernays, julio 1, 1884. En The Letters of Sigmund Freud, Freud E.L. (Ed), óp. cit., pág. 45.

El original S. Freud, “Über Cocaâ€, Centralbl. F.d. ges. Therapie, II Vol., VII, julio, 1884, reproducido y traducido en Byck, óp. cit., págs. 48-73.

Jones, óp. cit., pág. 8.

Bernfeld S. “Freud’s Studies on Cocaineâ€. J. Am. Psychoanalyt. Assoc. N4, Vol I, 1953. Reproducido en Byck, óp. cit., págs. 323-352, pág. 329.

Byck, óp. cit., pág. 8.

Llegaría a ser el Index Medicus.

Bentley W.H. “Erythroxylon Coca in Opium and Alcohol Habitsâ€. Detroit Therapeutic Gazette, September, v15, 1880. Reproducido en Byck, óp. cit., págs. 15-19.

Palmer E.R. Eryrhroxylon Coca as an Antidote to the Opium Habit. Detroit Therapeutic Gazette, June 15, 1880. Reproducido en Byck, óp. cit., págs. 19-21.

Freud S. Ãœber Coca. En Byck, óp. cit., pág. 70.

Bentley WH. Coca in the Opium and Alcohol Habits. En Byck, óp. cit., págs. 15-21.

Israëls, óp. cit., pág. 73.

La cocaína no tiene efecto sobre la piel intacta.

Merck E. “Cocaine und seine Salzeâ€. Klinische Monatsblätter für Augenheilkunde, Zeherder: vol. 22, Nov., 1884. Reproducido en Byck, óp. cit., págs. 77-81.

Jones, óp. cit., pág. 80.

Las comillas son de Byck.

Jones, óp. cit., pág. 30.

Jones, óp. cit., pág. 31.

Se refiere a Koller.

Según Killian era un dolor de encías. Killian H. La lucha contra el dolor. Planeta: Barcelona, 1981, pág. 140.

Becker, óp. cit., pág. 283.

Killian, óp. cit., págs.140-1. En el mismo párrafo habla del doctor Glässer confundiéndolo con Gärtner.

Gustav Gärtner (1855-1937). Nació en Bohemia, estudió Medicina en Viena donde se recibió en 1879. Asistente de Stricker desde 1882, fue nombrado profesor en 1918. Desarrolló numerosos instrumentos, entre ellos, el tonómetro que lleva su nombre.

Becker, óp. cit., pág. 284. Cita de Gärtner G. “Die Entdeckung der Lokalanästhesie†(El decubrimiento de la anestesia local). Vienna: Der neue Tag, 1919.

Nótese que en el párrafo anterior Hortense Koller Becker habla de un cobayo. El mismo Koller menciona, en 1920, que primero fue una rana y luego un cobayo (Israëls H., óp. cit., pág. 33). Jones, por su parte, habla de un sapo, un conejo y luego un perro, la misma secuencia de Gärtner (Jones E., óp. cit., pág. 32). Es posible que las diferencias sean derivadas de las traducciones de los originales.

Liljestrand G . “Carl Koller and the Development of Local Anesthesiaâ€. Acta Physiol. Scand. 1997; Suppl. 299: 3-30, pág. 21.

Henry D. Noyes. Autor de uno de los primeros textos de enfermedades del ojo y uno de los fundadores de la American Ophthalmological Society, de la cual era presidente en 1884.

Noyes H. Medical Record 26: 417-18, 1884.

Fink BR. “Leaves and Needles: The Introduction of Surgical Local Anesthesiaâ€. Anesthesiology 1985; 63: 77-83.

Ciega es la envidia.

Koller C. La primera traducción al inglés, hecha por J.N. Bloom, apareció en el Lancet del 6 de diciembre (1884; 2: 990-92). En Cole, óp. cit., págs. 140-148.

Israëls, óp. cit., pág. 45.

Koller, óp. cit., pág. 143.

Liljestrand G., óp. cit., pág. 21.

Jones, óp. cit., pág. 33.

Bernfeld, óp. cit., pág. 333.

Quien también publicó un trabajo sobre la cocaína en 1886 (Eine Methode, Hautanästhesie durch Cocain zu erzeugen – Un método para causar anestesia de la piel con cocaína) demostrando la posibilidad de que una droga pasase la piel intacta. Recibiría el premio Nobel de Medicina en 1927 por sus trabajos de inoculación de malaria en soldados con paresia.

Carta a Fritz Wittels, agosto 15, 1924.

Israëls, óp. cit., pág. 31.

Cole, óp. cit., pág.141 Publicaciones de Koller a)Wien.Med.Blätter Nr 43: 1352-1355 (Oct 21- 27), 1884. b) Wien.Med.Wchnschr. 34: 1276-78 (Oct 25), 1884 y 34: 1310-1311, 1884. c) Ber.u.d.Versamml. d.Ophth Gesellschaft (Stuttgart) 16: 60-63, 1884. d) Lancet 2: 990-992 (Dec 6), 1884. e) Chicago Med. J. & Examiner 1885 (feb.); 50: 91-100, traducción de B. Bettman. Una traducción de su comunicación preliminar apareció en Arch Ophthalmology 1934; 12: 473-4. 108 Königstein L. Ãœber das Cocainum muriaticum. Wiener medizinische Presse 1884; 25: 1339-1342.

Lesky, óp. cit., pág. 443.

Günther B. Karl Koller: “Centenario del descubrimiento de la anestesia local†(1884). Rev. Méd. Chile 1984; 112: 1181-1185. Incidentalmente, Günther cita el nombre de Koller como Karl y no como Carl, confusión repetida en otras publicaciones: Randall T. Cocaine Deaths Reported for Century or More. JAMA 1992; 267: 1045-46 y Kaunitz J. Carl Koller. JAMA 1971; 215; 488.

Liljestrand, óp. cit.

Los actos exteriores indican los secretos interiores.

Israëls, óp. cit., págs. 34-40. También Liljestrand G., óp. cit., pág. 23.

Bernfeld, óp. cit., pág. 334. Koller citó erróneamente la primera publicación de Freud como aparecida en agosto y no julio.

Koller C. Wiener Med. Wochenschrift, Dic. 17, 1884.

Israëls, óp. cit., págs. 34-40.

Becker, óp. cit., págs. 294-5.

Jones, óp. cit., págs. 9 y 10.

Liljestrand, óp. cit., pág. 13.

El estudio de la correspondencia permite deducir o bien leer directamente lo que pensaban e hicieron los protagonistas de un acontecimiento determinado. Es sin duda lamentable el que tanta información del pasado se haya perdido víctima de la insensibilidad o de algún arranque que lleva a botar todos los papeles viejos de sus dueños vivos o, con mayor frecuencia, muertos. El reemplazo de la correspondencia en papel, primero por el teléfono y luego por el correo electrónico, ha terminado por sellar su cuasi extinción.

Jones, óp. cit., pág. 33. Carta a Martha Bernays, 10 de octubre de 1884.

Ibíd, pág. 34. Carta a Martha Bernays, 18 de octubre de 1884.

Ibíd. Carta a Minna Bernays, 29 de octubre de 1884.

Ibíd.

Contribución al conocimiento del efecto de la cocaína, publicada en el Wiener medizinische Wochenschrift de enero de 1885.

A mi querido amigo Coca Koller, de Sigmund Freud.

Fritz Wittels (1880-1950), psicoanalista vienés quien también trabajó en el Allgemeines Krankenhaus Wien; fue asistente de Wagner-Jauregg y asistió a las conferencias de Freud desde 1905. Fue el primer biógrafo de Freud, amigo y rival de este. 128 ’Allovtrio~, –a, –on: extraño, ajeno; incompatible.

Carta a Wittels, 1924. En Byck, óp. cit., pág. 35. se producía al iluminar la pupila, pero no se le ocurrió anteponer un lente para enfocarla; su amigo Helmholz lo haría al año siguiente inventando con ello el oftalmoscopio. En Jones, óp. cit., pág. 35. 131 Byck, óp. cit., pág. 256.

Freud S. An Autobiographical Study. Norton: New York, 1989. pág. 13.

Israëls, óp. cit., pág. 44.

Breve es la suerte de un gran aplauso (Silius Italicus).

Becker, óp. cit., pág. 297.

Ibíd., pág. 300. Carta a Martha Bernays.

Ibíd., pág. 301. Carta del 6 de enero .

Ibíd., págs. 309-311. En Utrecht trabajó con Donders y Snellen y trabó amistad con Einthoven.

Becker, óp. cit., pág. 305.

La primera Medalla de Oro de la American Ophthalmological Society en 1921, la Medalla Kussmaul de la Universidad de Heidelberg en 1928, la International Anesthesia Research Society lo honró en su septuagésimo cumpleaños y la New York Academy of Sciences creó, en el quincuagésimo aniversario del descubrimiento, la Medalla de Oro de la Academia que fue asignada por primera vez precisamente a Koller. Fue nombrado miembro honorario de numerosas sociedades, entre otras, la American Physiological and Pharmacological Society, la Gesellschaft der Ärtze de Viena, la Academia Reale Medica di Roma.

Jones, óp. cit., pág. 105.

Carta a Martha Bernays, 18 enero, 1886. En The Letters of Sigmund Freud, Freud E. L. (Ed), óp. cit., pág. 161.

Ibíd., Carta a Martha Bernays, 20 enero, 1886.

Había por lo menos 15 personas y Freud menciona, entre ellos, a M. Daudet, hijo de Alphonse Daudet, al Profesor Lepine de Lyon y a Giles de la Tourette. También a Paul Camille Hyppolite Brouardel, profesor de Medicina Forense y posteriormente Decano de la Facultad de Medicina en París quien, como se verá en el siguiente capítulo, recopiló poco después una serie de casos de intoxicación por cocaína.

Carta a Martha Bernays, 2 febrero, 1886. En The Letters of Sigmund Freud, Freud E. L. (Ed),

pág. 163.

Byck, óp. cit., pág. 91.

Lesky, óp. cit., pág. 443. Comillas en el original.

Carta a su esposa del 2 de junio.

“Beiträge über die Anwendung des Cocainsâ€. Zweite Serie. I. Bemerkungen über Cocainsucht und Cocainfurcht mit Beziehung auf einem Vortrag W.A. Hammond´s. Von Sigm. Freud, Dozent für Nervenkrankheiten in Wein (“Contribución sobre la aplicación de la cocaínaâ€. Segunda serie. I. Consideraciones sobre el apetito por y temor a la cocaína con referencia a una conferencia de WA Hammond por Sigm. Freud, Docente en Neurología en Viena). En Byck, óp. cit., págs. 171-76.

Israëls, óp. cit., pág. 70.

Mortimer, óp. cit. xiii.

En Byck, óp. cit., pág. xxxii. Lewin usa también indistintamente coca y cocaína.

Jones, óp. cit., pág. 197.

Alumno de von Graefe, Donders y von Helmholz, fundador de los Archives of Ophthalmology and Otholaryngology en 1869 y professor de Oftalmología de la Universidad de Nueva York de 1882 a 1888 y luego del College of Physicians and Surgeons de 1888 a 1902.

Un mínimo = 0,059 ml, unas dos gotas.

Byck, óp. cit., págs. 147-150.

Cada una de las tres divinidades infernales en que se personifican la venganza o los remordimientos.

Karch, óp. cit., pág. 46.

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Publicado

2016-08-07

Cómo citar

Dagnino Sepúlveda, J. (2016). El trío de Viena. De la cocaína a la anestesia tópica. ARS MEDICA Revista De Ciencias Médicas, 34(1), 60–84. https://doi.org/10.11565/arsmed.v34i1.227

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